martes, 3 de mayo de 2011


- ¿Y si al final nos convertimos en una mirada desconocida? ¿ y si nos hacemos tan ajenos como cualquiera de esos estúpidos individuos que no comparten nuestro lenguaje cómplice?

Ella le miro de reojo y suspiro. Sus mejillas se sonrojaron, y apareció esa sonrisa tibia, segura, que a él tanto le gustaba.

- Eso no pasará nunca idiota. Nadie es capaz de comprenderme como tú. Siempre tienes las palabras que a mi me faltan. Creo que nunca podré dejar de mirarte como te miro ahora. Has sido el único capaz de quedarte con parte de mi angustia existencial, con parte de esos miedos que algunas noches me recorren la espalda en forma de escalofrío y que solo he conseguido calmar apoyando la cabeza en tu hombro. Solo me hace falta saber que estas ahí, a mi lado, para sentirme segura, para armarme de valor y luchar contra los pensamientos que me atormentan. Solo lo he conseguido contigo. Por eso no podría mirarte de otra manera que no fuera esta. Te quiero…

- Y yo… Pero todo ha ido demasiado bien, ha sido un camino de rosas. Ya sabes que soy un poco pesimista y sé por experiencia que la calma del mar esconde la furia de la olas. Me da miedo pensar que podamos estar viviendo una ficción, una buena escena teatral en la que no seamos nosotros los actores principales, sino nuestros dobles benignos. ¿Qué será de nosotros cuando aparezca la tensión, la presión de saber que algo va mal? ¿Sabremos recordar estos tiempos en los que las madrugadas nos descubren desnudos en tu buhardilla?

Él la miro entornando los ojos. Acerco la mano al cenicero y le dio una calada suave al cigarrillo que había dejado a medias. Pensó que algo de música podría hacer significativo el momento y sin saber bien porque se le vino a la cabeza el verso de Cesare Pavese: "vendrá la muerte y tendrá tus ojos". Tenía que sonar Calamaro.

- Claro que sabremos. Además que demonios importa. ¿Para que anticipar?. Me gusta como eres. Lo que representas. Me encanta empaparme de tus sueños, saber que cultivas un discurso, una manera de mirar el mundo. Siempre tienes algo que decir, pero eres capaz de escuchar, de ser flexible cuando la ocasión lo merece. Además tienes ese pequeño punto de pesimismo que te hace dudar de lo que sabes, de lo que ves, que te hace crecer, superarte. Sé que si algo pasa, si la tormenta nos ataca, sabremos reaccionar. Creo en ti. Sé que tuve suerte de que la vida nos cruzara y sé, también, que si alguna vez te pierdo, volvería, volvería a por ti. Tú quizá no lo entiendas.

Él poso su ojos en ella con dulzura. Dejó el cigarrillo en el cenicero y le acaricio las mejillas con el dorso de las manos.

- Yo si que tuve suerte. Siempre creí que me dejaría engañar por el maquillaje y el encanto de la noche, por la banalidad y el magnetismo que emana de los que queman el tiempo como si no hubiera mañana, sin pensar mucho más allá de lo que les dicta su estomago en cada momento. Hasta que apareciste de repente, creía que solo tendría relaciones superficiales, de esas que al echar la vista atras, cuando el rímel se ha corrido y a la noche solo le queda la luna, se descubren vacias, sin esencia. Me gusta poder llenar de palabras el silencio, compartir los mismos sueños y potenciar nuestras virtudes por cultivar las mismas pasiones. Creo que a veces me entra tanto miedo porque creo que te buscaba desde mucho antes de encontrarte. Eres tú.

Ella dejo escapar la lagrima que le brotaba del ojo y le abrazó.

- Ven aquí. Bésame.

Fuera, unas nubes negras aventuraban que el cálido día iba a terminar en tormenta. El primer relámpago los asusto mientras se devoraban a versos y revoloteaban entre las sabanas amarillas de la buhardilla que presidia "Marilyn" de Warhol.

3 comentarios:

  1. Hugo!! otra joya de tu prosa para el cofre de nuestras conciencias :) Me gusta mucho. Es tierna e intensa, y está empapada de tu melancólico romanticismo. Cada vez me gusta más lo que escribes :)

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  2. Me encanta como describes la incertidumbre de qué pasará. El torbellino de sentimientos. Las dudas. El miedo a que las cosas cambien unido a la curiosidad de lo que puede venir.

    La magia de la complicidad.

    Eres un crack.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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