sábado, 18 de septiembre de 2010


Los gatos buscan la felicidad en el aroma de las petunias. Indirectamente. Como si solo el mero hecho de pensarlo pudiera disipar aquel concepto abstracto, frágil y sutil. Se sabía de viejos felinos que habían desperdiciado su vida tratando de ponerle formula, buscando los componentes de una receta que murió antes de nacer. No se puede perder lo que ya esta perdido, ni se puede encontrar lo que, quizá, nunca existió.

Solo los gatos saben el valor de olfatear las petunias. Indirectamente.

4 comentarios:

  1. los gatos buscan la felicidad en el aroma de las petunias, mientras, observan, desde las alturas como el devenir del tiempo hace ajeno el olvido. Dos jóvenes en el tejado, buscan la felicidad en el aroma del amor, en el sonido del roce de sus pieles, en la intensa sensación del mañana, de las jodidas despedidas en la estación; mientras, observan a los gatos. Descubren que el tiempo pasa, liviano, dejando colores ocres en los inexpertos labios, aullidos desesperados en las pueriles manos, que desnudan cuerpos marchitos, que envenenan los anocheceres que no volverán, que enmasacaran los amaneceres que nunca llegarán, los trenes, que van y vienen. Miran a los gatos, sí, el tiempo pasa ligero, para descubrirles el olor del amor, sueve, intenso, ese que mata y no muere, ese que deja en el recuerdo, un suave aroma a petunias.

    ¿JUGAMOS A ESCRIBIR?

    ResponderEliminar
  2. Wauuu, "... mientras observan desde las alturas como el devenir del tiempo hace ajeno el olvido"

    SÍ, POR SUPUESTO, ANDA QUE NO LO ECHO DE MENOS...

    ResponderEliminar
  3. ya has dicho que si...no hay vuelta atrás...

    juguemos pues...

    "cuando los gatos se enamoran de los buhos"

    ResponderEliminar
  4. já, te tomo la palabra, lo pensaré y escribiré esta semana y lo tendre como mi isla refugio en el mar de aburrimiento industrial...

    ResponderEliminar